Bujagali es un pueblo cerca de Jinja, al este de Uganda, en las orillas del río Nilo. En este tranquilo y exótico pueblecito estuve un mes viviendo realizando un voluntariado, así que también tuve tiempo de conocer cómo viven muchas personas en la Uganda rural.

Ésta familia eran mis vecinos y me pasé muchas horas con ellos, no nos entendíamos con palabras, pero no hacían falta. Ellos como otras muchas familias viven en casas sencillas de ladrillos, rodeados de vegetación tropical y la agricultura y la ganadería sigue siendo parte de la vida de muchas personas.

No hay casi cemento, no hay aceras, hay caminos de entre los que aparecen hogares, pero las horas se pasan en el exterior. Siendo parte del ecosistema, los niños corren descalzos por los caminos, las vacas y las gallinas son tus compañeras y se vive una vida sencilla.

Los niños normalmente son los encargados de ir a recoger el agua. En Uganda se encuentran estos pozos en las cercanías de los pueblos. Hay muchos que han dejado de funcionar y a veces tienen que caminar kilómetros con 15 litros de agua.

En la casa que me estaba quedando yo, lo teníamos a 1 kilómetro mas o menos, y cada litro se hacía notar. Es una tarea dura bajo el sol del este africano, que sin duda hemos olvidado mucho en occidente, y hacerlo con una sonrisa la verdad que te da mucho valor.

La vida pasa tranquila, se escuchan los pájaros, se respira aire puro. Los ugandeses se despiertan un día más para intentar conseguir algo de dinero básicamente para comer. Es muy difícil ahorrar y la gran mayoría de la población no se puede permitir ningún lujo.

El lujo que me pegaba yo muchos días era el Rolex, un chapati con tortilla y verduras, es muy típico de Uganda y me sorprendió que en los otros países cercanos no sea nada típico. Estas chozitas de madera suelen ser las tiendas en que te venden de todo en los pueblos.

La pobreza es algo evidente, la pobreza si la consideramos en cuanto a la posesión de pocas cosas. La vida se resume a lo básico en Bujagali, alimentarse y crecer. Por fortuna estas zonas del planeta son bastante húmedas, lo que hace que el agua y el alimento sean más accesibles, y aunque no se puedan ver bienes materiales, la gente vive feliz dentro de lo que cabe.

Vivir y experimentar la realidad ahí no es ningún drama, aunque se tenga poco, pueden apañárselas para seguir adelante y buscar nuevas oportunidades dentro de su realidad. Aunque fríamente comparado con muchos países europeos, es triste observar el gran contraste, la gran injusticia que se vive en nuestro planeta.

El Lago Victoria es el lago tropical más grande del mundo, situado entre Kenia, Tanzania y Uganda, también es una de las principales fuentes del río Nilo. Éste lago es el punto más lejos que llega el río Nilo, considerándose así el nacimiento de éste mítico río que desemboca en Egipto.

Con 6853 km es el segundo río más largo del mundo tras el amazonas y fluye a través de diez países, Burundi, Ruanda, Tanzania, Uganda, Kenia, República Democrática del Congo, Sudán del Sur, Sudán, Egipto y Etiopía hasta formar el delta del Nilo en Egipto.

Como todos los recursos naturales en la actualidad, también se ve afectado por la contaminación y el cambio climático, así se está reduciendo su caudal y su ecosistema. A su paso tiñe el paisaje de verde y lo llena de vida.

Aunque sin duda algo que llena de vida los pueblos de Uganda, son los niños. Con sus sonrisas sinceras y miradas profundas remueven algo dentro de ti. No hay grandes distracciones ni superficialidades. No tienen ningún tipo de tecnología ni ropa nueva cada mes. Nadie les tiene que decir que coman.

Yo creo que esto es algo universal, a los niños del mundo les gusta jugar. No importa qué recursos tengan o cómo vivan, en todos los lugares del mundo los niños quieren jugar y sonreír. Así que no creo en eso que dicen que la gente es más feliz como menos tiene, no en general, pero en muchos casos podría ser que sí.

El mismo hecho de que vivan más sencillamente, hace que los niños puedan estar por ahí jugando y correteando. Si vivimos en cuatro paredes difícilmente veremos a tantos niños felices .

África nos recuerda lo salvaje, lo auténtico, lo puro, lo natural. Y así es, la mayoría de la población vive mucho más en contacto con la tierra, transportándonos a otros tiempos. Pero todo está cambiando muy rápido, también en éste continente.

Aunque se conservan muchos lugares sin grandes impactos del ser humano, también el cemento está jugando su papel. Las ciudades se vuelven cada vez más grandes y más personas dependen de un sistema consumista. Aunque a menor escala que en América o Europa, la tendencia capitalista está por todo.